Fundación Ave María gestiona su lavandería con RFID desde 2004, lo que le ha permitido hacer más eficientes los procesos de lavado y la trazabilidad y el reparto de la ropa de los residentes, y, a su vez, generar empleo dentro del colectivo de personas con diferentes grados de discapacidad psíquica. La solución se basa en unos chips o tags RFID que se adhieren a la ropa con etiquetas termoselladas de materiales textiles que no molestan al usuario.