Se trata de cajeros automáticos que emplean la lectura de la palma de la mano del cliente como medida adicional de seguridad. EL sistema es una patente de la firma Fujitsu. En Japón, este sistema está instalado ya en 16000 terminales. A juicio del director de marketing de la firma nipona en la Península Ibérica, este invento «pondrá fin a los fraudes con lectores de tarjetas como los que se han producido en Bilbao».