Financial Performance Management integra en un único sistema todo el ciclo presupuestario de la empresa, permitiendo a los usuarios gestionar dicho ciclo siguiendo cuatro fases: La definición de los objetivos a conseguir; La planificación de los recursos que se van a poner en marcha para lograr dichos objetivos; El seguimiento y análisis de los resultados obtenidos y la realización de los ajustes necesarios si no se ha llegado a cumplir con lo planificado.