La ley de la Unión Europea obliga a que se recicle el 80% de cada coche, razón por la cual Fiat implantó etiquetas RFID en ciertos componentes de sus vehículos que informan sobre el estado de las diferentes piezas y envían estos datos a un ordenador instalado dentro del coche. Cuando el vehículo llega al desguace el sistema lee la información almacenada en el ordenador y estudia la capacidad de cada componente para ser reciclado.
Para obtener más información sobre esta noticia, pulse aquí.