Según un estudio de la consultoría SGAIM, los ahorros administrativos de la factura electrónica alcanzan entre un 60% y un 80%, con un impacto sobre la cuenta de resultados de entre un 1% y un 2% en los beneficios. Detalla también que la migración al soporte electrónico está empezando a extenderse también entre las pymes.
Asimismo, el informe subraya que las inversiones para sustituir el papel por el soporte electrónico a la hora de emitir una factura se recuperan en apenas seis meses, y calcula que este año se emitirán 3.000 millones de facturas electrónicas.