Cabe destacar que el estudio representa la Fase I, la cual ha consistido en identificar los casos potenciales de negocio para el uso de RFID. De esta manera, las principales conclusiones a las que arribó el estudio en su primera fase, muestran los beneficios potenciales de la tecnología, como por ejemplo:
– Mejora desde la trastienda hasta la reposición en almacén y una mayor precisión del inventario permanente (IP).
– Reducción sustancial de los costes laborales, en mayor porcentaje de los costes variables.
– La capacidad de los fabricantes de prendas de vestir para realizar una fiscalización del contenido de cada caja enviadas a través de un proceso automatizado. Como resultado menos devoluciones a cargo del fabricante, con la consecuente mejora y agilidad del proceso.