En el extremo contrario, países del norte como Holanda o Suecia presentan una tasa de preocupación mucho menor (rozando el 40%). Dinamarca se distancia del resto de sus vecinos europeos con sólo un 22%.
Los temores a la hora de dejar datos personales y tarjeta de crédito son sólo algunas de las razones por las cuales los consumidores no suelen comprar a través de Internet. La percepción de inseguridad al utilizar la web depende también del hábito y nivel de conocimiento del propio consumidor.
Si observamos dos países como España y Dinamarca, en posición opuesta en la escala de preocupación por su seguridad en la red, en 2007 el 43% de los daneses había realizado una compra en Internet en un período de tres meses mientras que sólo un 13% de los españoles lo había hecho. La frecuencia en lautilización de Internet para operaciones económicas es aún más desigual cuando se trata de consultas bancarias.
En un período de seis meses, sólo un tímido 20% de los españoles había utilizado la página web de su banco, frente a un aplastante 83% de daneses. Actualmente, las grandes compañías de tarjetas de crédito aseguran cualquier incidente al cubrir el coste del uso fraudulento siempre que el usuario no cometa negligencias, por ejemplo, al dar su número PIN.
Pero, a pesar de medidas de seguridad y de protección del consumidor, los miedos a comprar por Internet no han desaparecido pues en España la mayoría de las personas sigue mostrándose bastante recelosa.
El estudio realizado por Experian demuestra que la confianza de los consumidores al realizar operaciones en Internet llega con la práctica, a medida que se hacen más expertos en el proceso de compra y la seguridad en línea se vuelve a su vez más estricta.