El dispositivo, similar al que usa la categoría estadounidense NASCAR, fue desarrollado por la empresa Stop Car y demandó un año y medio de preparación que incluyeron varios viajes a China y Alemania. El RFID funciona colocando seis chips identificadores en cada auto, dos en la zona de los anclajes delanteros, dos en el medio en la celda de supervivencia, y los otros dos en la zona de los anclajes traseros. De esta manera, es fácil hacer un seguimiento de cada vehículo para controlar si las estructuras sufrieron cambios entre carreras.
El sistema será implementado en los doce clasificados para pelear por el título de TC y TC Pista, respectivamente. Por otra parte, la ACTC también confirmó que la empresa Stop Car está desarrollando un sistema de GPS que se le colocará en los autos que no pueden realizar pruebas entre carreras para verificar que hayan respetado la medida.