Ambos sistemas de outsourcing –tanto la modalidad Software as a Service como la Application Software Provider– ofrecen ventajas a empresas grandes y pequeñas, aunque puede conllevar riesgos en función de cuáles sean las áreas tecnológicas en las que se lleva a cabo la subcontratación.

Asimismo, el hecho de no poder acceder a los datos «en proceso» para el control interno –no todas las empresas proveedoras de outsourcing ofrecen esta posibilidad– es una circunstancia negativa para las empresas.

Por Editorial