El proyecto español Globalog, liderado por Itene, ha desarrollado una solución de control de la temperatura de carga mediante el uso de RFID. El sistema ya ha sido probado en una experiencia piloto realizada en el proceso de transporte de la empresa Ice Cream Factory Comaker hasta el distribuidor Consum, en un traslado realizado por Transfrigo Canarias.
Actualmente, tanto en los almacenes como durante el transporte, se controla la temperatura ambiente. Sin embargo durante la distribución de los productos existen puntos críticos, como las expediciones o recepciones de mercancía, donde esto no ocurre. Con el desarrollo del sistema, basado en etiquetas de RFID, la información está disponible en tiempo real y de cada uno de los pallets. De esta manera, en los distintos pallets del producto transportado se incorporaron etiquetas RFID con sensores de temperatura. Mientras, en la cabina del camión se instaló un equipo embarcado, que incorpora un lector RFID y un sistema GPRS y GPS. El lector interroga las etiquetas cada minuto y así se obtiene una temperatura en tiempo real, que puede enviarse de forma remota al centro de control de la empresa para conocer y controlar en cada momento el lugar donde se encuentra la mercancía y el estado de ésta para evitar roturas en la cadena del frío.