La tecnología RFID está creciendo a una media anual del 8% y excederá los 555 millones de euros este año, según las estadísticas publicadas por la compañía norteamericana de estudios de mercado BCC Research. Ello está motivado, en gran medida, a la fuerte presión que ejercen grandes cadenas minoristas como Wal-Mart, Target y Metro.
En total, la venta al por menor de RFID ocupa un 27% del mercado global. La gestión de la cadena de suministro se lleva un 15% y el resto está dividido en aplicaciones RFID en los campos de la logística, aviación, sanidad e industria farmacéutica, mercados que se concentran, principalmente, en Europa.
El middleware RFID, la herramienta que las empresas usan para gestionar los datos RFID, se lleva un 28% del mercado, aproximadamente 157 millones de euros. Por su parte, se prevé que las ventas de hardware RFID lleguen a los 398 millones de euros a finales de 2006. Según el estudio de BCC Research, el mercado total de RFID llegará a alcanzar una facturación de 857 millones de euros en 2011.
Hubo un momento en que los fabricantes estimaban que el precio de integrar las etiquetas RFID en un sistema de producción era demasiado alto. Ahora, según el estudio, ellos mismos están incentivando el crecimiento de esta industria para satisfacer la demanda de los minoristas. Para éstos, el estricto control de inventario es su mayor preocupación, y convierten la RFID en la propuesta más rentable.
Al lado de las presiones de los minoristas están las nuevas regulaciones en materia de RFID desarrolladas por la Internacional Organization for Standarization (ISO), de forma que los fabricantes deben utilizar dispositivos y tecnologías RFID compatibles.
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