El Hospital Gregorio Marañón de Madrid está inmerso en un proyecto mediante el cual pretende implantar el uso de la radiofrecuencia (RFID) para el seguimiento y control de los fármacos iatrogénicos o con más estrecho margen terapéutico.

El proyecto, que se encuentra en su fase piloto y se está llevando a cabo con la colaboración del Servicio de Farmacia, Enfermería e Informática, se basa en la instalación de etiquetas de radiofrecuencia en las dosis de los medicamentos, en las tarjetas de las enfermeras y en las pulseras identificativas que llevan los pacientes del hospital a pie de cama. Según explica Ana Herranz, responsable de Logística del Servicio de Farmacia, «el proyecto es posible gracias, entre otras cosas, a que el centro cuenta con la prescripción electrónica y la dispensación de Farmacia está automatizada».

El objetivo del proyecto es reducir el número de errores que se pueden producir en el suministro de los medicamentos y gestionar mejor los recursos. La utilización de las etiquetas de radiofrecuencia en el circuito de dispensación y administración de los medicamentos permite cotejar la información aportada por la prescripción y detectar fallos en toda la cadena, ya que en caso de que vaya a producirse un error las etiquetas RFID emitirían un pitido de alerta para evitar el daño con el suministro del fármaco.

El responsable de Informática del centro, José Antonio Rodríguez, espera que a mediados de enero se presenten datos de esta experiencia. A pesar de la complejidad y la innovación que supone esta iniciativa, otros servicios del hospital, como el banco de sangre, también podrían emplearla en un futuro.

Por Editorial

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