Los fármacos se organizan según los pedidos mediante una combinación de envasadores manuales y automáticos, se colocan entonces en unas cestas equipadas con etiquetas RFID. Las etiquetas controlan la localización del medicamento en todo el proceso transportación hasta la farmacia, reduciendo así el número de errores y el tiempo de espera para los pacientes. El hospital se asoció con EurekaPlus, Innotech Resources y PSB Technologies para diseñar, desarrollar e instalar el sistema.