Este sistema funciona actualmente en fase de prueba piloto y se pretende extender a otras áreas del hospital, como el banco de sangre, las prótesis y el control de farmacia hospitalaria y monodosis. El proyecto fue llevado adelante por el Clínic y la empresa AIDA Centre, con la ayuda de la Asociación Española de Codificación Comercial, que en conjunto han desarrollado un sistema de identificación por RFID con etiquetas de tipo pasivo (no requieren batería de alimentación), que son desechables y económicas y que pueden ser incorporadas a cualquier material sanitario. El sistema permite el almacenamiento y recuperación de datos a distancia de cualquier objeto al que esté adherido esa radioetiqueta.