Con frecuencia las organizaciones han considerado el BPM como una alternativa de las soluciones de integración de aplicaciones empresariales, que tienden más a optimizar los problemas de los sistemas que a proporcionar una aplicación orientada al negocio de gestión de entradas manuales de datos o de excepciones.
Poco a poco el BPM ha ido dirigiéndose hacia la automatización creciente de los procesos, desde una perspectiva de negocio y no simplemente como una reorientación del sistema, con una integración que implica a usuarios, la gestión de excepciones o la entrada manual de información.