Olson asegura que el motivo más común para que una start-up fracase es fijarse demasiado en la tecnología sin tener en mente a los clientes. Según su experiencia, para impulsar un negocio TIC se debe identificar primero un problema real, aunque nadie lo haya detectado, y luego desarrollar un sistema que lo solucione. También considera vital que el emprendedor esté apasionado por el proyecto y se convierta en un experto en la materia, como él lo es del mundo de las bases de datos de código abierto. Por otra parte, Olson aconseja seleccionar bien los cofundadores de la empresa, que deben tener perfiles que complementen (y no entren en contradicción) con el propio.