Luego de años de pruebas con esta tecnología, James Loudermilk, tecnólogo del FBI, anunció que la agencia no considera posible emplear la biometría de reconocimiento facial, según un artículo de The Register.
En su lugar, Loudermilk reveló los planes del FBI para agregar escáneres del iris a su base de datos, la cual tiene datos de huellas digitales y ADN de más de 180,000 agencias del orden. Cuando se implemente el proyecto del FBI “Identificación de Nueva Generación”, podrían producirse otros cambios, como un creciente uso de las huellas digitales, que incluiría la utilización de las huellas de las crestas de fricción, así como las de la palma de la mano y de los pies.