Según explica el autor del artículo, Chris Gardner, la tecnología de identificación por radiofrecuencia (conocida como RFID por sus siglas en inglés) utiliza pequeñas etiquetas para localizar y ubicar el historial de artículos que disponen de pequeñas placas de identificación. En los 70 se desarrolló el uso de etiquetas para localizar animales así como los dispositivos electrónicos de peaje de las autopistas.
Las aplicaciones de acceso para el personal surgieron en los 80 al mismo tiempo que muchas empresas comerciales esperaban sacar provecho del crecimiento de la lista de utilidades. Se centraban en la localización de existencias, administración de recursos y aplicaciones de seguimiento en la década de los 90. La RFID está poniendo sus ojos en el mercado de componentes de recambio de la automoción de modo que pueda contribuir a la industria con cuestiones como exceso de existencias, pérdidas y falsificaciones.
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