La prueba será parte de una iniciativa para establecer los estándares del uso de RFID para realizar el etiquetado y seguimiento de la sangre en la cadena de suministro, desde el donante hasta el paciente que la recibe.
En la prueba se buscará determinar el tamaño y disposición de las etiquetas y los resultados serán presentados a la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre (ISBT por sus siglas en inglés) para que sean revisados.