El Centro Médico de la Sangre de Wisconsin, EEUU, en cooperación con varias empresas de tecnología empezará a realizar pruebas para determinar si el uso de RFID puede tener algún efecto negativo sobre la sangre.
La prueba será parte de una iniciativa para establecer los estándares del uso de RFID para realizar el etiquetado y seguimiento de la sangre en la cadena de suministro, desde el donante hasta el paciente que la recibe.
En la prueba se buscará determinar el tamaño y disposición de las etiquetas y los resultados serán presentados a la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre (ISBT por sus siglas en inglés) para que sean revisados.