La meta de Six Sigma es llegar a un máximo de 3,4 ‘defectos’ por millón de instancias, entendiéndose como ‘defecto’, cualquier instancia en que un producto o un servicio no logra cumplir los requerimientos del cliente. Obtener 3,4 defectos en un millón es una meta bastante ambiciosa si se considera que normalmente en un proceso el porcentaje de ‘defectos’ es cercano al 10%, o sea 100.000 ‘defectos’ en un millón de instancias. 3,4 ‘defectos’ en un millón es casi decir ‘cero defectos’.