Los modelos de fraude creados por el sistema de KXEN fueron claves para reducir el volumen de alertas recibidas por los agentes de 300.000 a 30.000. Disbank aumentó el número de identificaciones de aplicaciones fraudulentas en un 200%, pasando de 7 a 21 diarias, lo que representó un ahorro diario de 25.000 dólares. Disbank puede ofrecer a sus clientes una seguridad ante el fraude producido por robos de tarjetas y en el futuro, pretende extender el uso de KXEN a otras divisiones como el departamento de riesgo de crédito.