Hoy día, los aeropuertos modernos son a menudo enormes y están repletos de almacenes, restaurantes y de otras distracciones. Ese tamaño significa, con frecuencia, que los pasajeros deben caminar grandes distancias desde el área central de una terminal para alcanzar las puertas de embarque.
En el aeropuerto de Copenhague, aproximadamente el 4% de todos los retardos de vuelo son causados por los pasajeros que llegan tarde a una puerta de embarque. Para aliviar ese problema, y ayudar a la estrategia de atención de retail, el aeropuerto está probando un sistema que combina tecnologías activa RFID y teléfonos móviles con Bluetooth para realizar el seguimiento y localización de pasajeros en las terminales.
El nuevo sistema alerta a los pasajeros, a través del teléfono celular, si los detecta lejos de la puerta de embarque si su vuelo está próximo por salir.