Pero algunos de los residentes están protestando sobre el sistema y dicen que no lo utilizarán porque están molestos por la frecuencia con que tienen que escanear sus huellas y temen que sus datos personales se filtren. Funcionarios de la comisión de Quebec de acceso a información también han enviado alertas al dueño del edificio, en las que expresan que hay que garantizar a los inquilinos su derecho a negarse a utilizar el sistema, y de existir medios alternativos para entrar al edificio, éstos pueden decidir en contra de la opción biométrica.