La empresa necesitaba conocer exactamente todos los datos referentes a la fabricación del producto mientras este se encontraba en el almacén y cuando se envía al cliente. En la línea de empaquetado, que acababa en un palet, se perdía entonces la trazabilidad. Los palets utilizados son propios y, por lo tanto, retornables, es decir, que siguen un ciclo cerrado de fabricante a cliente y viceversa. Finalmente, el tag se ha situado en el palet y, en este tag, se codifica la información relevante del producto como el peso, lote, fecha de producción, etc. La idea es que esta información, que se registra en una base de datos, se aproveche posteriormente en la distribución por parte de sus clientes.
El palet se guarda en el almacén, dividido por zonas de producto. Cuando el cliente realiza el pedido, se envía al operario para comprobar si existe disponibilidad del producto. En caso afirmativo, realiza el picking. Antes de cargar el producto en el camión, se verifica si se corresponde con lo que el cliente había solicitado. Una vez finalizado el proceso de carga, se crea un albarán. En el caso de que el cliente pidiera un palet mixto, los sacos llevarán un código de barras y grabarán en el tag del palet, a través de un lector móvil, la información de dichos sacos. Los beneficios obtenidos en el proyecto son la visibilidad completa en el almacén, la verificación de los envíos y la precisión de la información de trazabilidad.