Disney, el gigante mundial del entretenimiento, ha optado por la tecnología de big data no sólo para minimizar las colas y optimizar los recursos, sino también para adelantarse a los movimientos de sus clientes, y todo gracias a la pulsera MagicBand.

Esta pulsera, que utiliza tecnología RFID,  vio la luz de forma experimental en 2013 en el parque de la compañía ubicado en Orlando. Lo que comenzó como un proyecto piloto ha adquirido ya grandes dimensiones, ya que la firma lleva invertidos la friolera de 80 millones de dólares, según ThemeParkTourist.
 

Por Editorial