Este problema mejoró gracias a que los científicos de Stanford revelaron un algoritmo de visión que brinda a los robots la capacidad de aproximar distancias de imágenes simples (sin necesidad que sean imágenes 3D). «Muchas personas han dicho que la estimación de la profundidad sobre imágenes simples monoculares era imposible» explicó el Professor Andrew Ng. Y agregó que su trabajo «muestra que en problemas prácticos la estimación de profundidad sobre imágenes monoculares no sólo funciona bien, sino que puede ser de mucha utilidad».