Con este sistema, las mejoras que se consiguen son, por una parte, la identificación de los libros sin necesidad de sacarlos de las estanterías, a lo que hay que sumar la posibilidad de almacenar más información sobre el documento, las lecturas de múltiples etiquetas de forma simultánea y la posibilidad de cambiar la información almacenada en la etiqueta sin tener que cambiarla.
En total, ya hay instaladas 146.000 etiquetas más una máquina de autopréstamo que funciona de forma experimental en la Facultad de Letras. Para este año está previsto que el sistema se implante en cuatro bibliotecas más y en otras ciudades españolas y de México.