El sistema es adaptable a las circunstancias de cada lugar y de cada empresa. Por ejemplo si se trata de una industria de grandes proporciones, se podrían controlar ciertas máquinas desde un teléfono móvil gracias a la tecnología NFC.
Asimismo, en oficinas la seguridad estaría garantizada gracias a tarjetas para entrar y salir con identificadores únicos. Esta opción estaría basada, en este caso, en la tecnología RFID, que se puede incorporar en tarjetas y que permite el control de la presencia de empleados.