CPM no es un producto. Es más bien una mejor práctica financiera de gestión que se puede definir como una combinación de tecnología y procesos que permite a las empresas planear, controlar, medir, presentar y dirigir su rendimiento.
Pero como descubrió la encuesta reciente del grupo Meta en Alemania, solo un 8% de las implementaciones de CPM realizadas cumplieron las expectativas iniciales de sus clientes.