En diciembre del año 2009, Gartner introdujo el término “Corporate Performance Management (CPM)” como «los procesos, metodologías, indicadores y sistemas utilizados para supervisar y gestionar el desempeño del negocio”. La promesa de CPM fue mejorar las acciones de toma de decisión y proporcionar un control más efectivo sobre las actividades de la organización.

Los proveedores de software adoptaron rápidamente el concepto, aunque algunos se refieren a ella con otros acrónimos de tres letras, tales como BPM, EPM y así sucesivamente, pero a menudo las soluciones no eran más que incorporaciones, con pequeñas diferencias de lo que anteriormente se ofrecía. El rol de una solución CPM es ofrecer un sistema que permita a la alta gerencia responder estas preguntas, y mediante el cual la actividad de la organización sea planificada y dirigida.
 
A pesar de la promoción exagerada que rodea a las soluciones CPM, con frecuencia son los clientes los que desarrollan como relacionar los diferentes sistemas, al mismo tiempo que evalúan los datos que serán planificados, los informes que serán entregados y cómo se optimizarán los procesos asociados. Desde cualquier punto de vista, un gran número de actividades, que como resultado a menudo ocasiona implementaciones que distan mucho de lo que se requiere.
 
Por esta razón Michael Coveney ha creado un marco de CPM, independiente a los proveedores actuales, basado en los años de experiencia, que:
 
Proporciona una visión global clara de lo que es CPM, a través de la descripción de los procesos que intervienen y cómo interactúan unos con otros.
Ayuda a las organizaciones a identificar cuáles son los sistemas que necesitan y cómo instalarlos juntos para realmente apoyar los procesos CPM.
Ayuda a las organizaciones en la evaluación de las ofertas de software y de proveedores de servicios.
 
 
 

Por Editorial