Lo más probable es que su empresa haya experimentado con el cloud. Quizás haya movido la página web de la empresa a un servicio de infraestructura basado en cloud bajo demanda. Es posible que sus desarrolladores estén probando las nuevas aplicaciones en el cloud antes de publicarlas. Es probable que sus compañeros de línea de negocio se suscriban a varias aplicaciones Software as a Service (SaaS), tanto si TI ha participado en la decisión o no.

No obstante, ninguna empresa ha logrado tener éxito experimentando. Para maximizar la inversión y el valor que se logra de las soluciones cloud, todas las empresas—ya sean grandes o pequeñas—deben comenzar con una hoja de ruta. Una hoja de ruta sólida no apresurará el ‘viaje’ al cloud: cada empresa debe ir a su propio ritmo. Tampoco prescribirá la forma ‘correcta’ de entrar en el cloud y seguir su ruta: cada empresa debe tomar sus propias decisiones sobre el lugar y el modo en que se adoptan soluciones cloud para satisfacer sus necesidades.

Lo que una hoja de ruta hará es asegurar que cada una de las decisiones sobre el cloud que tome la empresa para resolver las necesidades actuales sigan siendo válidas en el futuro. Pero, ¿por dónde empezar? El desarrollo de una hoja de ruta para la estrategia cloud no tiene por qué ser abrumador. Solamente implica un poco de planificación, deberes y colaboración.

En este artículo figuran los pasos a seguir para construir una hoja de ruta del cloud, poniendo énfasis en el valor proporcionado por IBM y sus partners.

Por Editorial

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