El primer beneficio obtenido es que la tecnología RFID mejora la gestión y el cumplimiento de los registros físicos. En segundo lugar, la RFID reduce el tiempo de una auditoría hasta en un 85% y agiliza las transacciones basadas en el movimiento, tales como el check-in, check-out y el almacenamiento. Por último, la RFID mejora la seguridad supervisando los movimientos y teniendo la capacidad de restringir el movimiento de los registros físicos a ciertos lugares.