Sin embargo, un par de los acontecimientos recientes dan motivos para pensar que la palabra hablada puede finalmente alcanzar el nivel de ser un tipo de contenido respetado, digno de ser almacenado, difundido y actualizado. Uno de estos desarrollos es la atención que, por ejemplo, Google y Apple están pagando a los contenidos de voz. Otra novedad es la compra de Microsoft de Skype.