Con los años, las tecnologías conocidas con las siglas ECM han dejado de basarse únicamente en la necesidad de gestionar el creciente volumen de documentos físicos y electrónicos. Cada vez más, los compradores de tecnología demandan a los fabricantes poder llevar sus contenidos a un nivel más superior de uso integrándolos con sus aplicaciones de negocio para así incrementar sus oportunidades de negocio, minimizar los riesgos, y cumplir con las normativas vigentes.
El autor de este breve pero interesante artículo apunta cinco preguntas que toda organización debe hacerse antes de dar este paso tecnológico: ¿Qué es lo que puedo integrar con qué?,¿Qué pasa si quiero cambiar algo?,¿Qué otros clientes tienes en mi sector y qué soporte les ofreces?, ¿Se puede beneficiar toda la empresa del cambio? y finalmente ¿Es este cambio realmente disruptivo?.