La deforestación es uno de los problemas más graves de Brasil, ya que miles de metros cuadrados de árboles son cortados cada año. Esta tendencia pone al país amazónico como una de las fuentes principales de gases de invernadero en el mundo, por lo que los organismos internacionales están presionando al gobierno para que tome cartas en el asunto. Por esta razón, Brasil está considerando implementar michochips en los árboles como medida de protección.

El ingeniero Paulo Borges ha desarrollado un sistema mediante el cual los propietarios de las parcelas pueden obtener información sobre localización y el tamaño exacto de los árboles, así como quién lo cortó. Con este mecanismo, se implanta un microchip en la base del árbol, y los datos son enviados directamente a un dispositivo móvil. Los dueños están preocupados acerca de la procedencia de la leña y si esta tal está contribuyendo con el daño de la selva del Amazonas. “La gente habla mucho sobre madera que proviene de prácticas forestales sustentables — este sistema puede probar si es cierto”, señala Borgen.

Estos microchips contendrían información clave que le indique a los compradores dónde se taló el árbol, qué aserraderos procesó y vendió la madera, cuál era el tamaño del ejemplar, entre otras características. Este sistema es desarrollado por Acao Verde (Acción Verde), una organización que ayuda a combatir la deforestación a través del impulso a ideas como el registro de chips o la certificación de la madera.
 

Por Editorial

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