En este artículo de opinión, Antonio Sanz, Senior Manager de Bip, explica qué es la tecnología blockchain y sus principales aplicaciones y posibilidades en entidades financieras, Smart contracts, logística o sector público.

La “tercera democratización de internet”, la “uberización de las finanzas”, “The Trust Machine” (The Economist; Oct. 2015)… Desde que Satoshi Nakamoto lanzara Bitcoins, Blockchain, la tecnología incipiente que subyace a la famosa criptomoneda, se ha convertido en la nueva disrupción en el paisaje tecnológico; un viento de cambio que trae consigo un nuevo paradigma lleno de promesas que cambiarán nuestros estándares y reglas. Pero este salto tan rápido requiere cierto pragmatismo y ahora se están tomando los primeros pasos en algunos países.

¿Qué es la tecnología Blockchain?

Tras varios meses escuchando el concepto Blockchain, parece que ya se habla con más naturalidad de este término. Y es que éste ya ha superado la notoriedad de una de las primeras aplicaciones de esta tecnología: las Bitcoins. Pero aun así sigue siendo un concepto complejo en el que se tienen puestas grandes expectativas y a la que todavía le queda un largo recorrido.

La tecnología Blockchain es una base de datos distribuida, no centralizada en ningún punto, y con información encriptada. Esto es, información segura que se almacena de forma dinámica sin posibilidad de revisión o modificación, compartida por todos los participantes de esta cadena de bloques, los cuales validan esa misma información. Es un cambio de paradigma basado en la confianza de los participantes, la transparencia de la información y la desintermediación.

¿Dónde se aplica la tecnología Blockchain?

A medida que el interés en esta tecnología crecía, compañías privadas y reguladores empezaron a darse cuenta de su potencial más allá de ser sólo una criptomoneda descentralizada. Su concepto tiene un enorme potencial para ofrecer gigantescas ventajas a las entidades financieras en su necesidad de modernización. Por ello, éstas están siendo un disparador de Blockchain como protocolo. Una muestra ilustrativa es el consorcio R3, una alianza de 30 bancos globales para profundizar en las aplicaciones de Blockchain de la que forma parte el BBVA.

Es por esto que el sector financiero está en la cabeza en inversión de esta tecnología y en el desarrollo de aplicaciones. La principal aplicación es la transferencia de divisas, reduciendo costes y reduciendo tiempo al evitar las cámaras de compensación, donde destaca Ripple, plataforma para el intercambio de divisas y pagos transfronterizos creada por un consorcio de bancos, en la que el Santander ha invertido 4 M USD. También abordan otros ámbitos, desde la compensación y liquidación de activos a temas de compliance, como el control del fraude y lavado de dinero.

Y más allá de las aplicaciones en el sector financiero, también empezamos a ver introducida Blockchain en múltiples y diversas áreas donde aprovechar su potencial. Por ejemplo, en los Smart contracts, automatización de las operaciones sujetas a contrato, mitigando las interacciones entre todos los participantes del mismo y que tienen la capacidad de modular transacciones en función de los niveles de confianza de las partes implicadas. En Logística, para mantener una trazabilidad de toda la cadena de suministro y así tener un control de cumplimiento de normas (fraude o sanitarias) en de todos los puntos de paso de la mercancía, registrados en cada bloque de la cadena. También en el sector público para el registro de propiedades, manteniendo un catastro sobre Blockchain permite reducir los costes del censo y asegurar una información verídica de la propiedad evitando el fraude en el pirateo de una información centralizada. 

Ventajas de la tecnología Blockchain

Teniendo en cuenta que Blockchain es un protocolo de base de datos distribuida donde los usuarios pueden crear, enviar y guardar información de manera eficiente y segura, las propiedad de esta tecnología aseguran que:

1) Las operaciones pueden ejecutarse sin necesidad de un administrador central (desintermediación)

2) La información siempre está disponible por lo que es fácilmente auditable (rapidez)

3) Como cada nodo de la red tiene su propia versión de la cadena, la falsificación de la información es inviable ya que habría que cambiar cada una de las copias (antifraude).

Estas características permiten unos altos niveles de fiabilidad de la información, al mismo tiempo que los participantes tienen acceso a ella en tiempo real. De esta manera, algunas de las ventajas que implicaría en el sector financiero serían transacciones más rápidas con menos errores, reducción de requerimientos de capital, facilidad de resolución de conflictos y control del fraude, entre otras. Esto supondría un ahorro en costes de operaciones centrales (-50%), de negocio (-50%), reporting (-70%) y compliance (-30%/-50%), estimado entre 8 y 12.000 M de USD al año para los 10 mayores bancos del mundo. Y es por ello que la inversión privada en Blockchain en 2017 alcanzará los 4.500 M USD.

Los cambios que están por llegar

No obstante, la expansión de esta tecnología exige importantes cambios en modelos de gobierno y también culturales. De momento, no existe un consenso que fije ciertos estándares y evite la dispersión de alternativas, como ocurrió con ICANN para los estándares de internet. No hay talento suficiente para acompañar su desarrollo o este puede verse más atraído por intereses privados. Y, aunque en determinados aspectos, es necesaria cierta regulación como las solicitadas Sandbox o Blockchain Labs, una posible sobre regulación, puede asfixiar su desarrollo.

En conclusión, Blockchain está considerada la siguiente revolución tecnológica, con un futuro aún difícil de determinar, y vida propia más allá de las bitcoins. Y como dijo Marc Andreessen, fundador de Netscape, “dentro de 20 años hablaremos de Blockchain como hoy hablamos de internet”.

Por Editorial