Guard y Radhika Kulkarni, Vicepresidente de Análisis Avanzado e I+D de la compañía de BI, Sas, participaron en la doceava edición del Disney Analytics & Optimization Summit celebrado en el Castillo de Cenicienta en Magic Kingdom. Más abajo fragmentos del comunicado de prensa.

Según su web The Disney Analytics and Optimization Summit 2012 “reúne a los miembros con más conocimiento analítico dentro de The Walt Disney Company para compartir las mejores prácticas y experiencias en las áreas de medición, predicción, optimización y asignación de precios.” En él también participaron expertos en analítica de todo el mundo. 
 
 “Para organizaciones como Disney, analytics es parte del ADN corporativo”, afirmó Cameron Davies, Director of Management Science & Integration for Walt Disney Parks and Resorts. “Gracias al análisis avanzado, podemos tomar mejores y más rápidas decisiones de negocio que nos ayudan a mejorar la experiencia global de nuestros clientes y huéspedes.  Compartir nuevas ideas sobre analytics, enfoques y tecnologías dentro de Disney y con otras organizaciones que piensan como nosotros, es un objetivo clave de nuestro congreso anual Analytics & Optimization Summit.»
 
En su presentación conjunta “Go Big…or Go Home,” Kulkarni y Guard comentaron la tendencia del crecimiento de los datos y hablaron de nuevas tecnologías como High-Performance Analytics y visualización avanzada que transforma enormes volúmenes de datos en mejores y más rápidas decisiones. Introdujeron el concepto de Ciclo de vida de Analytics, que se extiende desde el análisis de datos hasta modelización y monitorización. Y compartieron las mejores prácticas para atraer y retener el talento analítico, incluyendo científicos, estadísticos y analistas.
 
 “Independientemente de cómo lo definas, Big Data está aquí para quedarse y los volúmenes de datos continuarán creciendo,” afirmó Kulkarni. “Big Data subraya la necesidad real de una infraestructura analítica escalable y fiable para dar soporte al análisis de los datos y la modelización”.
 

Por Editorial