La solución emplea una funda con un hardware especial que se ajusta a un iPhone para recoger huellas digitales, biometría del iris y fotos sobre el terreno, facilitando así la identificación del sospechoso y la búsqueda de sus antecedentes delictivos. Está diseñado para ayudar a las fuerzas policiales a controlar delincuentes sexuales, miembros de bandas, reclusos e indocumentados.