Las aplicaciones dinámicas para el negocio representan un importante avance frente a las limitaciones inherentes de las aplicaciones monolíticas tradicionales. Las aplicaciones tradicionales están diseñadas para una utilidad muy específica, son bastante inflexibles porque embeben todos los distintos elementos que las componen, y son poco adaptables al cambio. Las aplicaciones dinámicas de negocio, por su parte, se tratan de una combinación de componentes abstractos y distribuidos, diseñados de forma que presentan una mayor flexibilidad y adaptabilidad. Previa a la obtención de una aplicación de negocio dinámica es necesario implementar una infraestructura sólida basada en SOA, BPM y Web 2.0.
BEA AquaLogic simplifica el negocio mediante una gama de productos que integran las tecnologías SOA, BPM y Web 2.0, para gestionar las aplicaciones dinámicas de negocio durante todo el ciclo de vida. De esta forma, las organizaciones pueden separar sus aplicaciones tradicionales en componentes granulares y reutilizables que soporten la creación de aplicaciones dinámicas de negocio, aprovechando las sinergias de un entorno que integre SOA, BPM y Web 2.0. Estos componentes reducen así mismo el riesgo que supone el cambio, permitiendo a las empresas adaptarse a sus cambiantes necesidades de negocio de una forma más fácil, permitiendo cambios simples en componentes individuales.