Aplicando como matizadores variables macroeconómicas, tal y como recomienda Basilea II, Bankinter obtiene una una puntuación final de 1 al 9 que señala el riesgo de morosidad de cada hipoteca. Con ese dato se sanciona cada solicitud de hipoteca. Por otro lado, el modelo de determinación de riesgo hipotecario ha sido estresado para ver su efectividad ante situaciones límite del mercado, como modificaciones de los tipos de interés o fluctuaciones de la tasa de paro. Además, los modelos han sido validados con muestras de diferentes años para comprobar su robustez y estabilidad.