A menudo se cita el precio de las etiquetas RFID como el principal impedimento a su aplicación masiva e inmediata. El fabricante Avery Dennison ha dado un paso adelante al colocar los inlays para las etiquetas Gen2 a sólo 7,9 céntimos $.
A pesar de ello, este precio no significa que nos encontremos cerca del precio ideal de etiqueta, situado por la industria y los expertos en 5 céntimos $. Y más si tenemos en cuenta que el inlay, que es un chip RFID y una antena, es sólo un componente de la etiqueta RFID y, por lo tanto, no representa su coste total.
El nuevo inlay AD-220 de Avery cabe en una etiqueta RFID de 4×5 pulgadas y tiene como funcionalidades una memoria de 96 bits y una frecuencia operativa de 902-928 MHz.
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