Las etiquetas OIS-P se adhieren a los más de 350 chasis que circulan en la fábrica de Audi en Alemania y los robots instalados en más de 80 puntos se encargan de procesar la información que contienen las etiquetas. De esta forma se documentan los datos relativos al producto, a la vez que se controla el flujo de chasis en la cadena de producción.
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