AirGATE aporta un dispositivo de RFID a modo de muñequera y un escáner que lo lee en el momento que el prisionero realiza una llamada telefónica, comunicando sus datos al sistema de Securus. Por cada llamada hecha, AirGATE recibe una cantidad de dinero.
El prototipo, que se quiere comercializar en breve, se centrará en el mercado de la seguridad y las instituciones penitenciarias de diversas clases, para las que actualmente Securus proporciona cerca de 120.000 teléfonos y a través de los cuales, los internos realizan aproximadamente un millón de llamadas al día.
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