Las familias están probando un prototipo de la solución, compuesto por pulseras con lectores RFID usadas por los niños y las mascotas, que transmiten una señal a los lectores instalados en los vehículos. Así, cuando un vehículo entra dentro del alcance de una pulsera, se recibe una alerta y destella una luz de advertencia, al mismo tiempo que suena una alarma. El conductor puede dejar el vehículo y asegurarse de que el área esté libre antes de continuar.