Estamos en la década del Big Data, del almacenamiento y la explotación masiva de datos. Capturar, acumular, procesar y mostrar volúmenes masivos de datos ha pasado de ser algo muy techie, quizás cosa de algnos frikis de las matemáticas y/o la estadística o de algnos gurús del análisis de mercado, a ser na obligación si se quiere saber qué les gusta o disgusta a los clientes, qué hace la competencia o cómo es recibida la última campaña televisiva.
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