Etiquetas hechas con nanotubos actuarían como un transmisor RFID, de bajo precio, que podrían hacer realidad todos los sueños logísticos. Investigadores de Universidades de EEUU y Corea dan los primeros pasos. En 5 años estaría lista para su comercialización.
La RFID viene siendo, desde su invención, la tecnología del mañana para la industria alimentaria, en especial para la logística de distribución. Pero el mañana nunca llega o el RFID no se ha podido consolidar hoy como la tecnología que lo soluciona casi todo. Los principales obstáculos han sido el alto costo de los transmisores y la distancia de detección.
Sin embargo un proyecto conjunto entre universidades de EEUU y Corea ha desarrollado con nanotecnología un barato transmisor imprimible que, al integrarse en los embalajes, permitiría hacer realidad todas las promesas del RFID. La tecnología del sistema desarrollado por la Rice University está basada en un nanotubo de carbón que recibe la tinta a partir de un proceso de fotograbado en lugar del popular método de inyección.
La tinta se usa para hacer delgadas películas transistoras que son fundamentales para que las etiquetas de identificación por radio frecuencia puedan imprimirse en papel o plástico. El desarrollo del proceso electrónico de impresión podría hacer que el costo de producción de las etiquetas sea mínimo, lo cual permitiría la rápida expansión de esta tecnología que se espera que esté plenamente desarrollada en los próximos cinco años.