Los soldados estadounidenses en Afganistán dependen de varios dispositivos biométricos y el registro de los ciudadanos afganos en sus bases de datos para poder reconocer quiénes son insurgentes y quiénes civiles, según un artículo de CJTF-101.
Para registrarlos, recogen la información de sus huellas digitales, escaneo facial y/o del iris, además del nombre, provincia, distrito y la razón por la que lo registran.