En busca de aumentar la seguridad y controlar mejor el lugar en donde están los niños, un jardín de infantes de Norfolk, Gran Bretaña, llamado Hewett Under-5s, ha comenzado a utilizar la biometría.

Sin embargo, el centro recoge las huellas digitales de los padres y no de los niños, para mejorar el control de acceso, así como saber qué niños ya no están en el centro. La solución fue instalada por Easydentic por un precio de £10,000.

Por Editorial

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