Las compañías aseguradoras que se desempeñan en el sector sanitario están cambiando sus políticas en cuanto el pago de medicamentos costosos, de manera que mientras antes se proporcionaba a los clientes sus medicamentos mediante el pago de una cantidad fija preestablecida, ahora se les obliga a pagar porcentajes de hasta 35% del costo de las medicinas que necesitan consumir.
El cambio en las políticas de pago de las aseguradoras presiona a las farmacéuticas a rebajar sus precios al provocar que los pacientes busquen alternativas a los medicamentos caros.